Javier 36 años, periodista de España
Javier, un convertido al Islam, creció en una familia cristiana, pero siempre tuvo respeto por otras personas de diferentes religiones. Siempre estuvo en entornos que le permitieron tener un espíritu abierto para aprender y ver de qué se trataba el Islam. Siempre creyó en un Dios y practicó su devoción como cristiano. Pero su devoción a Dios mismo lo mantuvo interesado en el Islam.
Antes de convertirse:
Mientras vivió como cristiano, siempre tuvo afinidad con el Islam. Describe su viaje al Islam como gradual. Incluso cuando era niño, tenía debates con sus amigos sobre la aceptación del Profeta (la paz sea con él) y el Islam.
Fue en sus viajes por países musulmanes, rodeado de amigos y familias, donde pudo observar la forma en que vivían en la sociedad. Sus hábitos y oraciones, la forma en que adoraban a Dios. Recuerda que siempre se sintió tan cómodo en estas comunidades que sintió que estaba en casa.
Su Shahada:
Decidió tomar su Shahada y lo hizo en la casa de un amigo y su familia, a quienes visitaba con frecuencia. Debido a lo gradual que había sido su viaje hacia el Islam, no sentía que su Shahada fuera un gran cambio en su vida. Todavía tenía mucho que aprender después de este momento.
Sintió su Shahada no como una forma de hablar, él sabía todo lo que significaba ser musulmán. Sino que fue el comienzo de su dedicación de aprender todo que aún no sabía. Tomar su Shahada fue reconocer el proceso continuo de su educación en el Islam.
La vida como Musulmán
Javier aprecia su vida como musulmán, ya que regula su vida. Fue un cambio que mejoró su vida personal y social de una manera positiva al proporcionarle una estructura.